Este día inauguramos una nueva sección en el blog: Retro Reviews en la que periódicamente analizaremos y presentaremos los videojuegos que a nuestro criterio han sido íconos de nuestra época dorada (dorada para aquellos que tenemos más de 20 primaveras).
Con esta sección esperamos que ustedes, amigos lectores, compartan las experiencias que han tenido con los videojuegos que hicieron época y que también nos sugieran aquellos que quieran que revisemos y comentemos en futuros análisis.
Pues bien, para empezar la sección, me toca analizar aquel juego de vaqueros desarrollado por Konami allá por 1991 y que muchos de ustedes han de tener en su lista de arcadias favoritas, me refiero a Sunset Riders.
Sunset Riders es un juego de acción que se desarrolla en el viejo oeste. En él, cuatro pistoleros van tras la caza de un grupo de criminales por los cuales se ofrecen jugosas recompensas para quien los atrape vivos o muertos. Tales pistoleros son Steve, Billy, Bob y Cormano. Este juego lo pudimos disfrutar en las arcadias y luego en una versión para Super Nintendo (1993), pero a mi parecer tuvo mucho más auge en arcadias.
Empecemos viendo la jugabilidad. El juego está diseñado para ser jugado hasta por 4 jugadores simultáneos, y como sólo se requieren dos botones (para saltar y disparar) y una palanca por jugador, resultaba ideal para las maquinitas con 4 palancas, aunque también había una versión especial para sólo dos jugadores, similar a la versión de SNES y apta para las maquinitas con sólo dos palancas.
Básicamente el juego se trata de eliminar a punta de plomazos a todo forajido que se ponga en frente y avanzar de principio a fin del escenario, todo desde una vista en scroll lateral. Un aspecto importante en este juego, es que cada personaje tiene un disparo diferente: Steve y Billy utilizan revólveres, mientras Bob y Cormano manejan las escopetas. La diferencia aquí radica en que el revólver de Steve y la escopeta de Bob disparan un poco más arriba que las armas de sus compañeros, haciendo que técnicamente ningún personaje sea igual al otro. También están los power-ups, representados por estrellas de sheriff de color plata (para incrementar rango de disparo) y oro (para incrementar potencia de disparo). También se pueden realizar maniobras para evitar el fuego enemigo, por ejemplo la barrida o el salto hacia abajo.
La mayoría de los enemigos utilizan revólveres para atacar, pero sus balas avanzan lentamente, lo cual no podría ser de otra forma o el juego sería imposible de pasar. Algunos otros enemigos tratan de eliminarte a cuchillazos y otros más lanzan dinamita que explota después de unos segundos y que puedes lanzar de regreso para contraatacarlos. Los jefes son bastante entretenidos para combatir, su resistencia es tal que nunca se vuelven demasiado difíciles ni demasiado fáciles, cada uno ataca con su propio estilo y tienen su propia personalidad, cosa que se da a notar con la frase que te dicen al principio de la batalla y al derrotarlos; algunas son geniales por cierto.
En cuanto a la música, no hay mucho que decir en realidad. Sin embargo, hay que mencionar que algunos escenarios comparten la misma música ambiental pero no por eso es mala, en mi opinión se adapta bastante bien al juego y por tanto cumple su objetivo. Los efectos de sonido son aceptables igualmente y resultan satisfactorios.
Visualmente es bastante bueno. Probablemente uno de los puntos más atractivos con que cuenta este juego es el aire caricaturizado y chusco que les dieron a los personajes. Por ejemplo al entrar en una cantina, el personaje puede salir con una bailarina dándole un beso en la mejilla, y éste pone cara como la que hace el maestro Roshi cuando ve una revista para adultos. O cómo olvidar aquella estampida de toros en la que si caías encima de ellos, el personaje corría como alma que lleva el diablo para evitar ser sacado de la pantalla a una muerte segura.
Los escenarios están bien ambientados y no se siente esa sensación que a veces da con este tipo de juegos en la que crees estar pasando por el mismo lugar una y otra vez, salvo en los escenarios a caballo, pero ahí ni tiempo hay para fijarse en los alrededores porque apenas dan tiempo para respirar con tanto bandido disparando por doquier.
Se me había olvidado comentar que después de pasar determinados escenarios, hay una especie de ‘bonus game’ que consiste en disparar rápidamente a los bandidos que asomen el cuerpo fuera de sus escondites. Aquí los jugadores compiten para ver quién elimina más enemigos y por lo tanto, quién se queda con el mayor botín. En general, Sunset Riders es un juego que en su tiempo fue de lo más entretenido que había para jugar en las arcadias, tanto que incluso en estos días merece la pena que echemos un vistazo hacia atrás y juguemos unas cuantas partidas, ya sea que lo hayan jugado antes o no.
Así termina este análisis de hoy con el que queda inaugurada nuestra sección Retro Reviews. Espero que les haya gustado y como ya les comenté por favor no dejen de opinar sobre el juego, ya sea sobre experiencias suyas y/o aspectos importantes que se haya omitido en este análisis.