Pero claro que sí. Aunque me sorprendí al leer esta noticia, de alguna manera no se mi hizo tan rara. Alguna vez participé en un documental para la universidad con un equipo de amigos en el que entrevistamos a varios gamers para conocer cuanto influyen los videojuegos en sus vidas. Los resultados fueron «normales», es decir, no encontramos ningún caso extremo en el que el jugador tuviera problemas serios por causa de los videojuegos.
Aun así, estoy seguro de que hay gente que lleva su hobbie a límites insanos. De igual manera piensan los de Broadway Lodge, un centro para el tratamiento de alcoholismo, drogadicción y problemas con las apuestas, quienes han abierto ya su clínica en Weston-super-Mare, Sumerset, por allá en el Reino Unido.
Con mas de 400 pacientes tratados cada año, ahora han extendido su alcance para ayudar aquellas personas que se vuelven víctimas de su pasatiempo favorito. Algunos de las principales señales de alarma que nos exponen son:
Cambios de comportamiento que vuelven al usuario agresivo, con estilos de vida caóticos que resultan tanto en patrones irregulares de alimentación y sueño como en exclusión social. Hasta ahora no conocemos a nadie que trate tales casos en este país. No hay linea de ayuda.
¿Que tal, eh?
Vía | Destructoid