Gracias a Facebook y a la estupidez del susodicho malhechor. El caso es que un camerunés de nombre Maxi Sopo, era buscado por autoridades estadounidenses bajo el cargo de estafa y fraude bancario.
Según el reporte, Sopo acumuló de manera ilegal la suma de 200,000 dólares entre bancos y cooperativas de crédito en la ciudad de Seattle, en Estados Unidos.
Bien pudo haber disfrutado de ese dinero sin problemas, de no ser por los mensajes que escribía en su cuenta de Facebook en los que expresaba lo bien que se la estaba pasando en Cancún, puerto turístico en el estado de Quintana Roo, México. De alguna forma un agente del servicio secreto dio con el paradero de Sopo a través del sitio web y de esta manera se logró su captura. Ahora se contempla una pena de unos 30 de prisión ya no sólo por fraude, sino también por andar de fugitivo.
Es impresionante cómo las redes sociales pueden llegar a afectarnos tanto en la vida real, ya sea para bien o para mal. En este caso sirvió para algo bueno a la sociedad, pero también hay muchos casos en los que se puede utilizar para el crimen. Es por eso que hay que tener mucho cuidado con lo que hacemos o decimos en ellas, no vaya a ser la de malas.
Fuente | Canal Noticias Wii