Muchas veces me han invitado a unirme a alguna comunidad de jugadores de algún MMORPG. Me he negado todas y cada una de ellas. Me conozco, sé que me puedo enganchar a niveles enfermizos en este tipo de juegos, por eso los evito. Es como con algunos alcohólicos, dicen que pueden controlar el vicio, pero no es así.
World of Warcraft es quizás el videojuego en línea en cuya horda de fanáticos se encuentran los mas freaks de toda la red. ¿Recuerdan al que quiso matar a su madre? a eso me refiero.
Esta vez otro jugador hizo gala de sus desplantes iracundos al darse cuenta de que la contraseña de su cuenta había sido cambiada aparentemente por algún nerd malicioso. Vean, vean: