Una de las películas que con mayor entusiasmo espero para este año es sin duda Toy Story 3. La primera película dejó una huella bastante indeleble en mi infancia y seguramente muchas personas de mi generación le guardan un sentimiento similar a esta saga/trilogía.
Como ya sabemos, hoy en día todo blockbuster cuenta con su adaptación a videojuego para la mayor cantidad de consolas posible, y Toy Story 3 no será la excepción. La razón de esta nota radica en que a diferencia de la mala fama que se han ganado las adaptaciones de cine a videojuego, Toy Story 3 tiene muy buena pinta. Aunque normalmente todo se ve espectacular cuando se muestra en trailer, hay algo que me dice que este juego tiene muchas posibilidades de ser bueno: el aspecto gráfico se asemeja perfectamente al de la película, los personajes son personalizables e incluye un modo de juego llamado «Toy Box» en el que al parecer el jugador podrá crear sus propias historias manejando personajes y escenarios como mejor le plazca, justo como lo hacen los niños con sus juguetes en la vida real.
Hace tiempo que me convencí a mí mismo de no volver a dejarme hypear por producciones de este tipo, pero hoy la nostalgia me ha obligado a hacer una excepción. Ustedes juzguen.