A veces las compañías relacionadas con los videojuegos pueden olvidarse de que no todas las personas podrían emocionarse al ver a un tipo en la calle haciendo cosplay de alguno de sus personajes, aunque a primera vista parezca una buen movimiento de marketing. Tal como el caso de los que estuvieron a cargo de la publicidad de Splinter Cell: Conviction en Nueva Zelanda.
Sucede que en las afueras de un bar en una popular zona de la ciudad, se encontraba un grupo de personas pasando un rato agradable, hasta que su tranquilidad se vio mermada por un actor que iba vestido de Sam Fisher, con toda la vestimenta propia del personaje, incluyendo un arma de fuego. Aunque de plástico, la pistola alarmó a las personas del bar y estas llamaron a la policía para que sometieran al buen Fisher.
La compañía encargada de la publicidad, Monaco Corporation, se disculpó por el mal manejo de la situación, pero también recalcaron que ellos a su vez contrataron a otra agencia de publicidad para ese evento y no tenían idea de que se usaría un arma de juguete para la representación.
Vía | NZHerald