¿Sabías que en el país del sol naciente a diferencia de muchos otros países no se cuenta con una religión predominante en particular?
La sociedad japonesa tiene a bien el involucrar diversas religiones entre sus costumbres culturales cayendo en la práctica del sincretismo (el cual consiste en conciliar doctrinas distintas).
Sintoísmo
El sintoísmo es una de las religiones más populares de Japón, la cual basa sus creencias en la veneración de dioses o espíritus de la naturaleza, cuenta con un gran número de fieles en dicho país aproximadamente el 80% de la población apenas en el año 2003.
El sintoísmo afirma la existencia de divinidades o seres espirituales (kami) que pueden encontrarse en la naturaleza o en niveles superiores de existencia. Este término, que constituye el concepto central del culto, llegó a aplicarse a cualquier fuerza sobrenatural o dios, como los dioses de la naturaleza, hombres sobresalientes, antepasados deificados o hasta «deidades que representan ciertos ideales o simbolizan un poder abstracto».
Budismo
Esta religión resulta también sumamente popular en el país del sol naciente, habiendo llegado en el siglo VI, y en dónde después de su aparición se pueden ver diversos templos budistas y estatuas relacionadas a dicha religión en ciudades como Kyoto y Nara. Destacando siempre la figura de Shaka (nombre de Buda en japón), pues nunca está demás tener un colgante buda o alguna figura adhoc al seguimiento de esta religión. En el año 2010 se dio a conocer que aproximadamente el 36% de la población japonesa se declara Budista.
A pesar de que coloquialmente a la religión se le conoce como un conjunto de creencias y normas de comportamiento, la sociedad japonesa no tiene problema con complementar una religión con otra y realizar prácticas de diversas religiones adoptándolas más como actividades culturales y sociales, sin generar ningún conflicto debido al sincretismo.
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